Domingo por la mañana, me pego un madrugón de aupa, espero en la parada de bus demasiado tiempo (uyyy cuando tenga bicicleta) llego por los pelos y corriendo (mi tendón se acordó bien de mi) a coger el bus que me llevaría a Drogheda. En la estación de buses cojo, tras unos minutos, el bus que me llevaría hasta Newgrange, hasta el centro de visitantes. Entro y me ofrecen Newgrange, Knowth, o ambas cosas. Tonterías las justas, no vine hasta aquí para quedarme a medias, both please!!!. El centro de visitantes es bonito, muy bonito, sencillo pero espacioso, con vistas sobre el rio Boyne y sobre la campiña irlandesa. Se encuentra detrás del bosque de ribera, la exposición es clara, no recargada con información inútil, didáctica. Mi autobús sale dentro de un cuarto de hora, así que salgo del centro de visitantes en dirección al río. Hay un camino por el que se llega a la zona donde los minibuses te recogen y te llevan a Knowth o a Newgrange. Cruzo el río por el puente y continuo la senda que desemboca en una plazoleta circular rodeada por unos bancos bajo techo. Cuando ya está la gente reunida y a la hora acordada llegan los minibuses, nos subimos y por caleyas o carreteras secundarias o terciarias vamos primero a Knowth.
Uffffffffff espectacular, impresionantes las construcciones, los grabados en las piedras, las vistas desde ese lugar, bajo nosotros el valle y las vegas verdísimas del rio Boyne. Paul, el guía, nos explica todo lo que es necesario saber sobre el lugar, sobre los diferentes asentamientos que lo poblaron a lo largo de la historia y al final nos deja unos minutos para que exploremos. La verdad es que visitar algo así, construido hace 5000 años, más antiguo que Stonehenghe, construido incluso antes de que las pirámides egipcias fuesen un sueño estaba siendo muy especial. El tiempo acompañaba y esa mezcla de nubes, brisa, rayos de sol alcanzando diferentes puntos del paisaje tan típico de Irlanda, hacía del momento, un momentazo. Tras esta visita quedaba el plato fuerte, todos ansiosos por llegar a Newgrange tras haber visto y tras haber quedado pasmados por Knowth. Tras esperar otro poco en el parking de microbuses nos encaminamos hacia Newgrange. Por fuera igual de impresionante, pero a la hora de entrar todo cambia. Pasa de ser impresionante a ser indescriptible, es de esos momentos que por mucho vocabulario que se tenga o por mucha intención de explicar lo que sentí, es imposible de explicar, solo se puede vivir. Son situaciones que si se piensa en lo que estas viviendo te conmueven, te impresionan y te marcan de por vida. Tuve que quitarme la mochila para poder entrar y llevarla en la mano porque el pasillo es bajo y muy estrecho, flanqueado por los lados y el techo por enormes piedras. En esos momentos pensaba sobre lo que nos habían contado los guías, imaginando a los constructores de aquella auténtica obra de ingeniería megalítica. No sé cuantos pasos tuve que dar hasta llegar a la cámara principal, me gustaría saberlo para calcular cuantos siglos hacia atrás recorría cada vez que daba uno. Llegamos a la cámara principal donde te puedes poner cómodamente de pie...............................esto tiene mas de 5000 años.....................más de 5000 años, y todo sigue igual...........bueno, menos el grabado en la piedra que algún hijo de puta hizo en su época, pero bueno, hijos de puta siempre lo hubo y los habrá aquí y en cualquier parte del mundo. La cámara tiene forma de cruz, como las iglesias católicas, y está orientada de modo que los primeros rayos del sol del solsticio de invierno, entran por el pasillo e iluminan la cámara.....................ufffffffffffffffffff. Esto lo descubrió el arqueólogo que excavó el lugar al preguntarse por la orientación del pasillo. En el solsticio de invierno, se sentó un día dentro de la cámara y eso fue lo que ocurrió.........el primero en millones de años que lo veía..........un privilegiado. Durante la estancia en la cámara, la guía apagó las luces y con iluminación artificial reprodujo ese momento del solsticio de invierno, pero nos comentó que cualquier comparación con la realidad es un absurdo porque en la realidad es impresionante, los colores y como se ilumina la cámara. Yo me podría haber quedado horas allí dentro, pero no sé si a los grupos de fuera les hubiese hecho gracia jejejejej así que muy a mi pesar la visita se acabó, eso si, rellenando un formulario para optar a ser uno de los pocos elegidos que estén dentro en el próximo solsticio de invierno, es decir, entre el 19 y 21 de diciembre..........................ESPERO TENER SUERTE!!!!!!
Como plato final, me volví a Droheda andando. Casi recorro los 8 kms antes que el autobús jejeje. una vez en Droheda, no me pude resistir a visitar el pueblo y localizar en una de sus iglesias una urna de cristal que contiene la cabeza momificada de Saint Oliver Plunkett.